Se estima que hasta el 60% de los mayores de 75 años que residen en casas de reposo han tenido al menos en alguna ocasión delirium, trastorno mental orgánico que produce alteraciones de la conciencia, atención y pensamiento y que, en ciertos casos, está asociado a ideas delirantes y alucinaciones .
Doctores Víctor Hugo Carrasco,
Alessandro Morandi y Patricio Fuentes. |
El delirium es un predictor de mayor morbilidad, costos de hospitalización, estadía en UCI e incremento del tiempo en que el paciente estará sometido a ventilación mecánica. “En Chile hay 270 mil personas con deterioro cognitivo que son susceptibles de sufrir delirium”, comentó el doctor Patricio Fuentes, neurólogo del Hospital Clínico de la Universidad de Chile (HCUCH).
El especialista dirigió el primer Simposio Internacional sobre Delirium organizado en Chile, en el que participaron alrededor de 60 profesionales del área de la salud y que se llevó a cabo el viernes 18 de julio. La actividad fue una iniciativa de la Sección de Geriatría del HCUCH interesada en potenciar la creación de unidades especializadas en la materia que favorezcan la adecuada atención de los pacientes.
Durante la actividad de postítulo la doctora Marcela Carrasco, quien trabaja en la Unidad de Geriatría del Hospital Clínico de la Pontificia Universidad Católica de Chile, dio a conocer un estudio efectuado entre los pacientes de ese recinto asistencial. La doctora, junto con señalar que muchas veces el delirium es subdiagnosticado, comentó que un tercio de los adultos mayores desarrolla el trastorno dentro del hospital y que el delirium aumenta el riesgo de mortalidad intrahospitalaria y post-hospitalaria. Asimismo, dijo que a mayor duración del trastorno, más alto es el peligro de mortalidad.
Durante el simposio también participó el doctor Alessandro Morandi, especialista de la Universidad de Vanderbilt, Estados Unidos, quien comentó que la prevalencia de delirium en ese país es similar a la que se registra en todo el mundo, es decir, de 40% en los servicios médicos generales y de hasta 80% en UCI.
El médico destacó que registrar neuroimágenes de estos pacientes es muy difícil, especialmente de los hiperactivos, ya que los delirios los agitan. Aún así, el especialista está efectuando estudios que aún están en etapa preliminar pero que debieran ser esclarecedores respecto de la patogénesis de la enfermedad.
Además, el médico planteó que el delirium es posible de prevenir con protocolos farmacológicos y un abordaje en que participan múltiples componentes, entre ellos el entorno donde se ubica el enfermo. “Antes se usaban muchos sedantes para mantener quietos a los pacientes de la UCI pero ahora se está reduciendo su uso porque suelen predisponer al delirium”, comentó.
Cecilia Coddou
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