| “Por favor, mete tu mano en la caja y dime ¿qué crees que hay dentro que te podría servir para preparar un hot dog?”, pregunta una de las monitoras del proyecto estudiantil Palpando la Nutrición.
El alumno de la Facultad de Medicina que, lleno de curiosidad, se había acercado al stand instalado en el hall de la Biblioteca Central del Campus Norte, introduce su mano en la caja forrada de negro y pregunta: “¿Mayonesa, ketchup en bolsa?”.
La monitora le responde: “¿Puedes distinguir alguna diferencia entre las dos bolsas”.
El joven contesta: “La verdad no, se sienten iguales, parecen del mismo tamaño”.
Ante lo cual la estudiante de Nutrición y Dietética lo insta a sacarlas para que las revise. Asombrado, el alumno constata que un envase contenía cera para pisos y el otro mayonesa.
“Si fueras ciego ¿podrías reconocer lo que estás buscando sólo con palparlo?”, le plantea la monitora.
El alumno niega con la cabeza y, con rostro sorprendido, continúa con su periplo hacia la siguiente caja negra.
A tomar conciencia
Lissette Duarte, estudiante de Nutrición y directora del proyecto concursable Palpando la Nutrición , comenta que si bien esta iniciativa tiene como fin último desarrollar textos en Braille sobre alimentación saludable para niños de primero y segundo año básico con discapacidad visual, consideraron relevante crear consciencia sobre la ceguera y sus implicancias en la comunidad universitaria.
“Durante tres días, en la segunda semana de abril, pusimos a disposición de nuestros compañeros, docentes y funcionarios una exposición interactiva en que las personas podían experimentar por algunos minutos la ceguera, de manera que se sensibilizaran frente al tema”, señala Lissete Duarte.
Para ello, además de las cajas forradas en que la comunidad debió adivinar –con poco éxito- qué tipo de productos contenían y su fecha de vencimiento, fueron invitados a simular una visita al supermercado, sólo que con los ojos vendados. “Les dimos una lista y debieron escoger entre lo que estaba expuesto. Ahí se percataron de lo fácil que es cometer errores porque son muy pocos los productos que tienen escrito en Braille sus características y las diferencias de los envases son mínimas”, apunta.
Las opiniones de quienes participaron en la iniciativa así lo demuestran, ya que quedaron plasmadas en el libro de sugerencias: excelente idea, felicitaciones, muy creativo y didáctico, ahora podemos constatar cómo se discrimina a los no videntes, gracias por mostrarnos que todo se puede superar si promovemos el cambio, ojalá se repita en lugares públicos y acabo de abrir los ojos, fueron algunos de los comentarios recogidos por los jóvenes.
Durante la muestra también se repartieron fotocopias de las 3 ediciones del boletín El Alimentador, otro proyecto de los alumnos auspiciado por la Dirección de Asuntos Estudiantiles, donde se incluyeron artículos sobre dieta vegetariana y trastornos alimentarios como Anorexia, Bulimia y Obesidad.
Cecilia Coddou
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