La profesora Vilma Mejía entrega el premio Escuela de Enfermería a Paulina Gallardo. |
“Haré todo lo que esté a mi alcance para elevar el nivel de la Enfermería y consideraré como confidencial toda información que me sea revelada en el ejercicio de mi profesión, así como todos los asuntos familiares en mis pacientes”... Con el juramento de Florence Nightingale, como lo han hecho sus pares desde hace más de un siglo, recibieron su título profesional los 47 egresados de la generación 2007 de la Escuela de Enfermería de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.
La ceremonia de graduación se realizó el 11 de enero de 2008 en el Salón de Honor de la Casa Central, que partió con ls recuerdos que hizo la directora de la escuela, profesora Vilma Mejía, quien dijo que “el reconocimiento a la formación de excelencia que ustedes reciben la han podido constatar cuando diversas entidades de salud se reúnen con nuestros futuros egresados para ofrecerles cargos por el sólo hecho de haber estudiado en la Universidad de Chile”.
Por su parte, y a nombre de la generación 2007, Sebastián Páez llamó a sus compañeros a mantener la solidaridad y vínculos entre ellos y hacia los nuevos colegas por venir, señalando que ésta “es una carrera de alta exigencia que demanda competitividad sólo hacia uno mismo”.
Durante el juramento de Florence Nightingale. |
El prorrector de la Casa de Bello, doctor Jorge Las Heras, hizo énfasis a los presentes en que deben mantener su compromiso con el país, pues “ser egresado de nuestra universidad es un privilegio que se forja gracias al esfuerzo de todos los chilenos, tanto como de sus padres y de ustedes mismos”.
Por su rendimiento académico, se destacó a la egresada María Sepúlveda; como mejor compañera, resultó elegida Carolina Cancino, y el Premio Escuela de Enfermería recayó en Paulina Gallardo. A su vez, la mejor docente 2007 de esta escuela, profesora María Nelly Valladares, fue homenajeada por sus pares.
Cecilia Valenzuela
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