Con el fin de potenciar el desarrollo de competencias clínicas básicas y de comunicación en los estudiantes de las ocho escuelas de pregrado de la Facultad de Medicina, así como de complementar el proceso de modernización de la enseñanza que vive la institución, durante el segundo semestre de 2011 abrirá sus puertas el Centro de Formación y Evaluación de Habilidades Clínicas.
Ubicado en el Campus Occidente del plantel, esta nueva unidad reunirá en 500 metros cuadrados construidos infraestructura para facilitar el proceso de enseñanza y evaluación. Junto con la posibilidad de desarrollar escenarios que cuenten con pacientes estandarizados, se dispondrá de simuladores, sistema de comunicaciones audiovisuales –video e Internet, sala de grabación y monitoreo-; y todos los insumos necesarios para generar un ambiente idéntico al box de atención médico o el pabellón de un hospital. “Y, lo más importante, docentes preparados en el uso de estas nuevas tecnologías para la educación en ciencias de la salud, así como en la formación y evaluación de competencias clínicas”, explica el director de Investigación y Tecnología de la Facultad de Medicina, doctor Luis Michea.
De esta manera, los estudiantes de pregrado de las ocho escuelas de la institución podrán acceder a situaciones estandarizadas como las que les tocará enfrentar a diario en su vida profesional, pero en un ambiente que permite la retroalimentación por sus académicos.
Simuladores, sistema audiovisual y pacientes estandarizados
Las nuevas dependencias constarán de dos pisos: en el primero, se instalarán 14 box de atención, la mitad de los cuales va a contar con vidrios espejo, que permite a los profesores analizar, desde una sala aledaña, el desempeño del estudiante. Además, parte de estos box contará con paneles desmontables, de manera de facilitar su remoción para crear otros escenarios clínicos, tanto de interacción entre varios miembros del equipo de salud, como de situaciones de mayor complejidad: por ejemplo, una sala de emergencias, un pabellón quirúrgico o una sala de “triage”.
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Doctor Luis Michea |
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Los simuladores no sólo serán del tipo muñecos –adultos de ambos géneros y pediátricos-, sino que también equipos que imitan partes del cuerpo, sistemas u órganos. Pero, asimismo, contarán con la irreemplazable colaboración de pacientes estandarizados: actores o individuos previamente entrenados para manifestar alguna dolencia, enfermedad o situación aflictiva frente a un estudiante, para que el docente pueda ver cómo se comunica con esta persona, cómo lo entrevista o entrega información, si manifiesta empatía o si escucha adecuadamente. “Incluso, ellos pueden aportar a lo que es la evaluación del estudiante, contando su parecer respecto de la entrevista, el trato, la claridad de las explicaciones”, añade el doctor Michea.
El circuito de comunicaciones audiovisuales facilitará la grabación y posterior revisión de las actividades realizadas, tanto en tiempo real como en diferido, en el mismo lugar o a distancia, puesto que también estará conectado a la red. Pero, además, la manipulación directa o indirecta de los equipos de simulación, de forma de complejizar la situación médica planteada al estudiante y revisar cómo enfrenta este cambio.
Y, en lo inmediato, estas nuevas dependencias podrán recibir a las diferentes asignaturas que utilizan el examen clínico estructurado objetivo OSCE –por su sigla en inglés- para medir las habilidades y conocimientos adquiridos por los alumnos.
Investigación e innovación curricular
Esta nueva inversión, cercana a los 150 millones de pesos, no sólo facilitará los procesos educativos; dará pie a la generación de nuevo conocimiento en la materia. El doctor Michea explica que “la enseñanza de las competencias clínicas se basa en la tradición: por ejemplo, no se sabe cuántas veces un estudiante debe enfrentarse a una entrevista con un paciente para lograr hacer bien una anamnesis. Se supone que con el curso de Semiología tiene las oportunidades clínicas para ello, pero no está definido. Ahora se podrá investigar en esta y muchas áreas respecto a la adquisición de diversas competencias, creando nuevos estándares y produciendo información de avanzada, para que pasemos de una enseñanza basada en la tradición a una basada en la información, en datos objetivos. Por ello es que el Departamento de Educación en Ciencias de la Salud será parte activa del Consejo Académico de este centro”.
Para su óptimo funcionamiento, y gracias a los recursos aportados por el proyecto Mecesup UCH0707 a cargo del doctor Juan Diego Maya, , subdirector de Gestión de la Docencia del Instituto de Ciencias Biomédicas, más de una docena de profesores de las diferentes escuelas de pregrado de nuestra institución se capacitará en el uso de estas tecnologías y metodologías, para lo que viajarán a dos instituciones estadounidenses: la Escuela de Medicina de la Universidad de Connecticut y el centro de desempeño clínico del Colegio de Medicina de la Universidad de Illinois. “Se espera que ellos, junto con adquirir estas destrezas docentes para aplicarlas en el centro, puedan replicarlas en sus respectivas unidades”, añade.
De esta forma, finaliza, la Facultad de Medicina genera el espacio académico, tecnológico y de infraestructura que permitirá formar y medir competencias clínicas, potenciando así el proceso de innovación curricular en el que están trabajando todas sus escuelas de pregrado y aportando a sus respectivos procesos de reacreditación. Y, mirando al futuro, añade que esta unidad podría contribuir a la acreditación de especialistas e, incluso, a lo que pudiera ser la certificación de habilidades clínicas en el marco de exámenes nacionales en carreras de la salud.
Cecilia Valenzuela |
