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Nº 188 - 1 de agosto de 2011

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Y consumir pescados, mariscos y verduras cocidas
La clave frente al cólera es la higiene

  • Frente a los recientes casos de viajeros infectados con Vibrio cholerae, el doctor Gonzalo Osorio, académico del Programa de Microbiología y Micología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile llama a mantener la calma y, especialmente a personas que hayan ingresado al país desde República Dominicana, a asistir prontamente a los servicios de salud, ante cualquier sintomatología gastrointestinal sospechosa.

Doctor Gonzalo Osorio

El fin de semana recién pasado, las autoridades de salud nacional acudieron al aeropuerto de Pudahuel a encuestar a personas provenientes de República Dominicana, con el fin de detectar la importación de nuevos casos de cólera al país. Todo ello, tras confirmar el primer caso de contagio de cólera en una chilena de 41 años, que pasó sus vacaciones de invierno en dicho país, y de haberse aislado de ella una cepa de V. cholerae, serogrupo O1, serotipo Ogawa y biotipo El Tor, según información entregada por el Instituto de Salud Pública de Chile (ISP).

Según explica el doctor Osorio, estas características corresponden a una identificación  fenotípica de la bacteria; “pero aún, según la información hoy disponible, no se ha hecho un  estudio genético o genómico que determine con exactitud si esta cepa corresponde o no al mismo clon que afectó a Haití”. Es importante recordar que el fenotipo O1-el Tor-Ogawa es compartido con parte de las cepas aisladas de la séptima pandemia de V. cholerae que se inició en Asia en 1961 y llegó al Perú en 1991.

La cepa aislada en Haití presenta el mismo fenotipo, sin embargo se ha supuesto que presenta un mayor grado de transmisibilidad y virulencia que otras cepas relacionadas. La evidencia genética indica, a su vez, que ella emigró desde el Asia al Caribe: “específicamente, la cepa aislada en Haití está estrechamente emparentada con cepas prevalentes en Bangladesh; todo parece indicar que algunos soldados de las Fuerzas de Paz de la ONU que llegaron a Haití, provenientes de Nepal, podrían haber estado cursando una infección asintomática, por lo que pudieron llevar la bacteria a dicho país después del terremoto de enero de 2010. Allí, por los problemas sanitarios locales, no se hizo un buen control y manejo de las aguas servidas de los campamentos de la ONU, lo que originó finalmente la epidemia. Posteriormente, la misma cepa se trasladó a República Dominicana causando varios casos, y ahora ha infectado a estas turistas chilenas”, explica. “Estas personas pueden haber comido algún alimento contaminado o, incluso, haber tomado agua embotellada de buena calidad pero con hielo hecho de agua que contenía la bacteria”, aclara. 

Se debe destacar que la mayor transmisibilidad y virulencia intrínseca de esta cepa deben aún comprobarse experimentalmente, “porque los datos que indican esto son indirectos y puede que en Haití, dadas las malas condiciones higiénicas y las condiciones nutricionales de sus habitantes, haya una mayor facilidad para que se transmita esta infección y, al mismo tiempo, cause cuadros de mayor gravedad”.

Por todo esto, informa, es importante realizar estudios genéticos que corroboren si la cepa en Chile pertenece al clon proveniente de Haití, para comprobar primero su origen genético y tener también una idea de su posible comportamiento epidemiológico.

Los casos asintomáticos

El doctor Osorio explica que la bacteria V. cholerae habita normalmente en los estuarios marinos, en la zona en donde desembocan los ríos porque allí la salinidad del mar es menor, al mezclarse con el agua dulce; vive especialmente en los sedimentos o asociado a peces o mariscos bivalvos filtrantes (choritos, ostras, etc.). Las personas que se infectan al consumir estos pescados o mariscos contaminados, contendrán la bacteria en sus deposiciones y, si las aguas servidas no son tratadas de forma adecuada, o no se conservan las normas de higiene, la infección se propagará rápidamente en la población.

“Uno de los problemas de las enfermedades infecciosas, incluyendo las gastrointestinales, es que hay siempre un porcentaje importante de casos que son asintomáticos, lo cual representa un problema serio porque son personas que no parecen enfermas y pueden contagiar a otros sin saberlo, al manipular alimentos con las manos sucias, o en general, al no mantener normas adecuadas de higiene”, advierte el doctor Osorio.

El cuadro clínico del cólera tiene diversos grados de gravedad, “en los casos más graves ocurre una diarrea muy violenta, por lo que el paciente pierde varios litros de líquido en pocas horas, pudiendo llegar a un shock hipovolémico y rápidamente a la muerte, por lo que la principal medida de tratamiento es la rehidratación temprana y el uso de los antibióticos”.

Dado que los casos aparecidos en Chile se circunscriben hasta ahora a los viajeros provenientes de República Dominicana, el doctor Osorio llama a mantener la tranquilidad pero a mantenerse activamente informados sobre la evolución de estos casos. Pero, en caso de que la infección se propagara, recuerda que las medidas preventivas son las mismas que se aplicaron en el país para la epidemia de 1991: consumir pescados, mariscos y vegetales cocidos; consumir sólo agua potable o hervida; lavarse las manos con agua y jabón después de pasar al baño y antes de manipular alimentos o comer; tener un apropiado manejo de las aguas servidas. “Y, si una persona tiene los síntomas o cree estar infectado, dirigirse inmediatamente al servicio de salud que corresponda para realizar un diagnóstico rápido y un tratamiento efectivo ”, finaliza.

Cecilia Valenzuela