“La atención adecuada de tal número de donantes no hubiese sido posible sin contar con la valiosa ayuda que nos han entregado sus estudiantes, que voluntariamente se ofrecieron para apoyarnos en esta titánica labor, traduciéndose en uno de los pilares fundamentales del éxito obtenido. La calidad humana y el sacrificio de sus alumnos nos proporciona la convicción de ir bien encaminados en cambiar la cultura de nuestro país en torno a la donación voluntaria de sangre”. Así señala la carta que enviara el doctor Liendo a la profesora Armanet y seis estudiantes de esta unidad de pregrado, pues los jóvenes aceptaron inmediatamente este desafío.
El interno de Tecnología Médica Julio Miranda organizó a sus compañeros para trabajar en el Centro Metropolitano de Sangre. |
“A raíz del terremoto, el Centro Metropolitano de Sangre y Tejidos recibió una enorme cantidad de gente que quería donar sangre porque, por ejemplo, no se sabía en qué condiciones estaba el Centro de Sangre de Concepción. Ante tal avalancha de donantes se requirió de todo el apoyo disponible como para manejarlos adecuadamente, por lo que la tecnóloga médica Carolina Villalobos, supervisora del centro en Santiago, nos dijo que necesitaba el apoyo de estudiantes de cuarto o quinto año de la mención de Bioanálisis Clínico, Hematología y Banco de Sangre” señala la profesora Armanet. Luego contactaron a Julio Miranda, que está en su último año de internado, quien se coordinó con algunas compañeras y inmediatamente después del terremoto ya estaban trabajando.
Potencial para ser donantes voluntarios
Para Julio Miranda la experiencia fue muy buena, “porque nos organizamos muy rápido y en el lugar pudimos darnos cuenta de la solidez de nuestros conocimientos, aplicarlos casi como si fuéramos profesionales ya. Y también porque durante ocho días pudimos colaborar en todo lo que fue la primera fase de atención a los donantes, haciendo las entrevistas correspondientes, exámenes físicos, punción para clasificación del grupo sanguíneo y dándoles toda la información necesaria”.
Fue tanta la gente interesada que debieron hacer una base de inscritos, a los que posteriormente llamaron para que acudieran a hacer su donación en los días posteriores, “pero todo salió muy bien. Pese a lo difícil que es manejar a tantos interesados, el Centro Metropolitano lo logró sin problemas”.
Esta enorme manifestación de solidaridad, añade la profesora Armanet, “es una muestra de que como chilenos tenemos potencial para desarrollar la cultura del donante voluntario y altruista; ahora, el desafío es que podamos canalizar ese potencial para que esa forma de pensar se generalice y aproveche en lo que será el modelo centralizado de Medicina Transfusional que está impulsando la Comisión Nacional de Sangre y Tejidos”.
Los estudiantes que colaboraron en esta campaña, y que recibieron el agradecimiento del doctor Liendo, son Valentina Ferrada, Melissa Latorre, Jennifer Pailapán, Ariela Pedreros, Silvana Ortega y Julio Miranda.
Cecilia Valenzuela |