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Nº 99 - 8 de julio de 2009
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PULSACIÓN SEMANAL
 
 

Con plan piloto desarrollado por la U. de Chile y
Hospital Roberto del RÍo

HemofÍlicos aprenden a autopuncionarse

  • La iniciativa tiene como objetivo dar más autonomía y calidad de vida a los pacientes que, debido a su enfermedad, se ven obligados a inyectarse permanentemente el factor de coagulación.

La Escuela de Tecnología Médica de la U. de Chile inició el sábado 4 de julio el Programa de Iniciación en la Autopunción para Pacientes Hemofílicos y sus Familias, que se está llevando a cabo en conjunto con el Banco de Sangre del Hospital Roberto del Río.


Los alumnos de Tecnología Médica enseñan a los pacientes con hemofilia y a sus familiares cómo autopuncionarse.

La iniciativa tiene como objetivo dar más autonomía a los pacientes que, debido a su enfermedad, se ven obligados a inyectarse permanentemente el factor VIII o IX de coagulación. Estas glucoproteínas se encuentran disponibles deshidratadas, es decir, liofilizadas, debido a lo cual se deben mezclar con agua destilada para aplicarlas endovenosamente.

En otros países se han establecido programas para enseñar a los pacientes a colocarse el liofilizado en sus casas, sin embargo esta práctica en Chile aún no se ha masificado. Ello implica que los enfermos deben acudir a los recintos asistenciales para ser inyectados, hecho que, en algunos casos, les significa viajar largos trayectos varias veces en el mes.

De ahí que las tecnólogas médicas del Hospital Roberto del Río, Patricia Torres y Carola Mercado, junto a la Dra. Verónica Soto, encargada del Programa Nacional de Hemofilia, se pusieran en contacto con el académico de la Escuela de Tecnología Médica, Alejandro López, para coordinar un curso destinado a los pacientes y sus familias. Todo ello en el marco del convenio docente-asistencial suscrito entre la casa de estudios y el hospital pediátrico.


La actividad se llevó a cabo con el apoyo del Laboratorio Baxter.

“No habíamos realizado una capacitación sistemática tan formal como ésta y eso es muy importante porque así las nuevas generaciones de profesionales de la salud se familiarizan con la patología y los pacientes aprenden a autoinfundirse, lo que puede ser muy relevante para su calidad de vida, sobre todo ante una emergencia, ya que el tratamiento oportuno es fundamental”, comentó la doctora Soto.

Humanizando el laboratorio

En la actividad, que se lleva a cabo en dependencias de la escuela, están participando voluntariamente estudiantes de IV y V año de la carrera de Tecnología Médica que cursan la mención de Bioanálisis, Hematología y Banco de Sangre. “Uno de nuestros objetivos docentes es humanizar el laboratorio porque, en general, sólo recibimos la muestra sanguínea sin establecer contacto con los pacientes”, comentó Alejandro López.

De hecho, los jóvenes prepararon material didáctico para las familias de las regiones Metropolitana y de Valparaíso que están asistiendo al curso. Este incluye los pasos cruciales de toda autopunción: correcto lavado de manos, limpieza de la zona donde se hará la punción, ligadura o torniquete en el brazo, preparación aséptica del liofilizado para que no se produzca contaminación bacteriana e indicaciones de cómo inyectar para que no haya dolor.

“Participar en esta iniciativa ha sido muy enriquecedor desde el punto de vista profesional. Hace que uno tenga una mejor disposición a aprender y tratar con los pacientes, sobre todo en nuestro caso en que sólo vemos las muestras. Aún más, creo que acrecienta la ética de nuestra labor”, planteó la alumna Nicolle Contardo.

El plan piloto continuará masificándose a nivel metropolitano y, según explicó la doctora Soto, también podría extenderse a regiones. Eso sí, tras la capacitación los asistentes deben acudir a los recintos asistenciales para que los especialistas acrediten sus competencias en autopunción.

Tipos de hemofilia

“Cuando tenía apenas unos meses de vida mi hijo se pegó suavemente con un cascabel en el rostro y le quedó morado, me asusté porque mi familia es hemofílica. Después de hacer los exámenes confirmamos que tenía la enfermedad”, comenta Jessica Avendaño, quien vive en San Antonio.

Señala que su hijo, ahora de casi tres años, ha pasado buena parte de su vida hospitalizado. “Aunque sé inyectar me interesó mucho tomar el curso porque siempre es bueno aprender más, sobre todo debido a que él es muy hiperquinético y me cuesta pincharlo. Ha sido duro pero uno tiene que afrontarlo y quitarse el miedo”, dice.

La hemofilia es una enfermedad hereditaria en que la sangre no contiene la cantidad suficiente de factor de coagulación, es decir, de la proteína que controla el sangrado.

Cecilia Coddou