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Nº 98 - 30 de junio de 2009
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PULSACIÓN SEMANAL

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Realizado por la U. de Chile en el Hospital de Calama
Estudio sobre propiedades bactericidas del
cobre en salas UCI arroja primeros resultados

  • La investigación, efectuada por el Centro de Investigaciones Clínicas y Estudios Farmacológicos, reveló que la superficie con mayor carga bacteriana es la silla donde se sientan las visitas.

El Centro de Investigaciones Clínicas y Estudios Farmacológicos (CICEF) de la Facultad de Medicina de la U. de Chile está participando en el proyecto “Desarrollo de plataforma de conocimiento y capacidades locales para la creación de nuevos productos que utilicen la propiedad antimicrobiana del cobre”, en que están involucrados Innova CORFO, Codelco, International Copper Association y la Fundación UNTEC de la U. de Chile.


Dra. Valeria Prado.

Según explica la directora del CICEF y académica del Programa de Microbiología y Micología del Instituto de Ciencias Biomédicas, doctora Valeria Prado, Codelco le hizo una petición formal a la decana de la facultad, doctora Cecilia Sepúlveda, para que la institución los apoyara en los estudios clínicos y microbiológicos que contempla el proyecto, ante lo cual la máxima autoridad se puso en contacto con el centro.

Al CICEF se le pidió, específicamente, que realizara un protocolo para la “Evaluación del impacto de superficies de contacto con cobre y aleaciones con cobre, en la reducción del riesgo de adquirir infecciones intrahospitalarias (IIH)”. No hay que olvidar que estas infecciones son un problema importante desde el punto de vista médico, ético, económico y administrativo, ya que se asocian con aumento de morbilidad y mortalidad.

De hecho, según estadísticas del año 2003, en Chile se notifican al año aproximadamente 70 mil IIH, las cuales prolongan el promedio de estadía en los recintos asistenciales en 10 días. Esto implica un costo estimado para el país de $70.000.000 de dólares anuales. “Aunque se han establecido programas de control de IIH a nivel mundial, el problema persiste con el agravante de que el ambiente hospitalario es un reservorio de bacterias multiresistentes que no se han podido erradicar, ni siquiera en los países más desarrollados”, explica la microbióloga.

El proyecto en que participa el CICEF consta de dos etapas: la primera, ya concluida, tuvo como objetivo determinar la carga bacteriana basal en superficies de contacto específicas en seis salas UCI del Hospital Salvador Allende de Calama. Para llevar a cabo esta actividad, que se efectuó entre febrero y abril de este año, los especialistas chilenos se basaron en un estudio previo realizado por el doctor estadounidense Michael Schmidt, académico de la Universidad de Carolina del Sur, en Charleston, quien es, asimismo, el investigador principal de este proyecto multicéntrico que involucra a cuatro hospitales, tres norteamericanos y uno chileno.

Superficies más contaminadas

El doctor Schmidt ya había comprobado que las superficies más tocadas de las salas UCI y que tienen mayor carga bacteriana son: las barandas y manillas de las camas, los brazos de las sillas donde se sientan las visitas, la mesa de comida del paciente, el portasuero y el botón de llamado, que en el caso chileno fue reemplazado por el lápiz digital que emplean los profesionales de la salud para escribir en el monitor.

Durante las 10 semanas que duró el estudio, previa capacitación efectuada por la U. de Chile, el equipo médico de Calama se encargó de recolectar las muestras de superficies que fueron enviadas semanalmente por avión al laboratorio de la doctora Prado, donde fueron analizadas. La investigación dio cuenta del recuento bacteriano promedio y también señaló cuales eran los objetos con mayor y menor carga de agentes patógenos: la silla de las visitas era la que tenía más bacterias, mientras que el portasuero era el menos afectado.

Actualmente, el CICEF está participando en la segunda etapa del proyecto, que se prolongará hasta diciembre, donde se comparará la carga bacteriana en las superficies de contacto antes señaladas, sólo que esta vez se analizarán tres salas UCI cobrizadas y tres que no lo están. Asimismo, se harán estudios en los pacientes hospitalizados en ambos tipos de salas.

“Queremos saber si la introducción del cobre en la UCI reducirá los niveles de agentes patógenos que pueden ser transmitidos a los pacientes y personal de salud, así como si al remover las bacterias del ambiente hospitalario se puede disminuir el riesgo de adquirir IIH”, comenta la doctora Prado.

Estudio previo

En tanto, la microbióloga añade que una investigación previa realizada por su equipo de trabajo, el cual empleó cepas aisladas de pacientes, reveló que el cobre impide la adherencia de las bacterias más frecuentes en Chile a las superficies, mientras que el acero inoxidable, paradigma de los instrumentos quirúrgicos, no cumple con este requisito.

“No debemos olvidar que los egipcios, mayas e incas usaban para sus cirugías herramientas hechas de cobre porque ya sabían de sus propiedades asépticas, ahora estamos corroborándolo científicamente”, apunta la doctora Prado.

Cecilia Coddou