:::EL PULSO DE LA FACULTAD:::

Hacia el término de la reunión el doctor Jorge Carabantes ahondó en las demandas del ministerio en la asignación de los Campos de Formación Profesional y Técnica de los servicios de salud (CFPT).

Resaltó que estos no son sólo lugares donde hacer la práctica sino espacios en que se marca el perfil profesional del equipo sanitario. También destacó que son fundamentales las actividades de investigación, formación de postgrado y extensión que allí puedan realizar las casas de estudio. “Debe haber una cultura de integración entre el servicio y la facultad para que así, a largo plazo, se cree un clima de confianza recíproca donde haya transparencia y se respeten los derechos de los usuarios, docentes y funcionarios”, dijo.

Hizo hincapié en que los campos de formación van más allá de ámbito clínico por lo que se hace necesario que las facultades acudan a ellos con todas sus carreras de manera de hacer un uso pleno del espacio asignado.

También señaló que es necesario transparentar las transacciones económicas y no económicas que se generan entre las partes.

A su vez reconoció que la Comisión Nacional Docente Asistencial ha tenido una evolución tormentosa, aunque sigue siendo la instancia prioritaria para generar el encuentro entre los centros formadores y el ministerio. También adelantó que se está trabajando en una normativa que debiera ver la luz en los próximos meses, donde se estipulará cómo se accederá a los campos de formación y cuáles serán los parámetros para asignarlos a las universidades.

“ La Universidad de Chile cumple muchos de estos requisitos, como el prestigio y la fuerza institucional, pero habrá que ver sus niveles de compromiso con los servicios de salud”, adelantó.

Entre los requisitos mencionados el doctor Carabantes se indicaron los siguientes: “ Prestigio consolidado en la carrera o programa de que se trate, experiencia positiva y significativa de trabajo con instituciones públicas de salud, capacidad del centro formador para hacer uso pleno del CFPT que se le asigna; compromiso de involucramiento en el desarrollo del establecimiento, servicio clínico, unidad de apoyo o servicio administrativo, mas allá de su uso con fines docentes; apoyo al plan de desarrollo de profesionales especialistas y subespecialistas del Ministerio de Salud y del Servicio de Salud; apoyo efectivo a la formación de los funcionarios del Servicio de Salud, incluyendo acceso preferente a cursos pertinentes a las funciones que desempeñan y, finalmente, relevancia de la formación propuesta para el desarrollo del sector Público de Salud o del Servicio con el que se conviene, tales como profesiones o especialidades falentes o iniciativas de formación impulsadas por el Ministerio de Salud”.

Al respecto, la decana Sepúlveda señaló que la relación docente asistencial es un tema crítico, por lo que valora la nueva normativa que será, finalmente, un rayado de cancha sobre el cual competir a la hora de acceder a los campos clínicos. “Aún así, nuestra relación estratégica debe ir más allá, tenemos que continuar trabajando para definir los temas que aporten al país”, planteó.

Finalmente, el doctor Luigi Devoto se refirió a la experiencia del Instituto de Investigaciones Materno Infantil, ubicado en el Hospital San Borja Arriarán, que es un ejemplo de buen entendimiento entre el mundo universitario y el servicio de salud, y que ha dado abundantes frutos a ambas instituciones.

En esta unidad se está haciendo investigación de punta, se está formando profesionales, se han implementado programas nacionales y, gracias a su desarrollo científico y tecnológico, se ha atraído capitales y recursos nacionales y extranjeros que, sin duda, benefician a los usuarios.

“En ese sentido nosotros tenemos que entender al Ministerio de Salud pero el servicio también debe estar llano a comprender nuestras necesidades, para que podamos proyectarnos a largo plazo y así justifiquemos el tiempo y los recursos invertidos”, planteó el doctor Devoto.